La persona que se muerde las uñas afecta negativamente a todas sus funciones.
En general, es alguien que se carcome por dentro al no sentirse protegida, sobre todo con respecto a los detalles de su vida.
Puede sentir ira hacia uno de sus progenitores que no la protegió lo suficiente, según sus necesidades.
Cada vez que revive esa falta de protección con ese padre o indirectamente con otra persona, se muerde las uñas, lo cual le da seguridad y alivia su angustia.
Si es tu hijo/a, todo síntoma de un hijo hasta los 21 años, es reflejo de una emoción inconsciente de la Mamá, de un resentir, de algo nunca dicho, de una emoción atrapada, en la vivencia de su niñez.
La madre es la energía más poderosa ya que es el útero de creación, la enseñanza de vivir, la forma de amar.
Como los hijos son parte de los padres, heredan sus emociones y siguen sus patrones, proyectan lo mismo vivió mamá a su edad.. El vínculo es muy fuerte, son el espejo de la Mamá, es decir el conflicto es de mamá y no hablamos de “CULPA” sino de experiencia, responsabilidad y transformación es la oportunidad de reparar resentires y enojos , el niño es una extensión de la mamá, es una proyección de lo que vivió y para que mamá lo corrija el niño se lo muestra enfermándose y comportándose de manera diferente.
La mamá lo trabaja, transforma en la entrega de su corazón y el hijo sana.