Si un hombre persistiera en su locura, se volvería sabio. William Blake.
El loco es sin lugar a dudas el arcano más poderoso del tarot. Representa al viajero, nómada, que viaja a su capricho por el tarot ya que no tiene un número fijo. Para algunas barajas puede ser el número 22 y para otras es el número 0.
En Grecia se creía que albergar un loco en casa te prevenía del mal de ojo. El loco puede representar al bufón que en la Edad Media entretenía a los reyes en la Corte y que entre bufonadas y verdades amparadas en su ironía era capaz de hacerte reflexionar como ningún otro personaje en el reino podía hacer.
El loco conecta el mundo cotidiano en el cual pasamos la mayor parte de nuestro tiempo con el mundo de los arquetipos del tarot que reflejan nuestro subconsciente, impulsor de la mayoría de nuestras acciones y comportamientos.
En Italia aún se sigue diciendo “ser como el loco en el tarot” que significa ser bienvenido en cualquier lugar donde vayas. El loco tiene la capacidad de utilizar su sabiduría intuitiva dándole prioridad sobre sus conocimientos. El loco nos muestra que admitir la propia ignorancia es el camino para alcanzar la sabiduría a través del aprendizaje y las experiencias en la vida.
Camina hacia delante aunque mirando hacia atrás conectando la sabiduría del futuro con la inocencia de la infancia. Charles Williams dijo: “Se le llama loco, pues la humanidad piensa que está loco hasta conocerlo; es soberano y nada, y si no es nada, entonces es un muerto viviente” .
El Loco representa el inicio, los comienzos. El Loco camina feliz hacia lo desconocido, sin prisas, con confianza en un destino que no conoce. Confía en sí mismo, no se toma en serio y piensa que porque no va a estar “el vaso medio lleno”. No piensa en el fracaso. El Loco considera que la vida es un juego y que hay que jugarlo.
El Loco es como ese alma que decide encarnar en un cuerpo humano sin saber lo que le espera, confiando en todos los conocimientos que lleva en su hatillo y con la pureza e inocencia de la rosa que lleva en su mano. Representa las distintas etapas que atraviesa el hombre en la vida.
Es el hombre que no sabe a dónde va, ingenuo, que no es consciente de la fragilidad de su existencia que en cualquier momento puede acabar. Es el iniciado que está dispuesto a arriesgar su vida dejando atrás lo conocido por apostar todo o nada por aquello que le apasiona. También es el ser iluminado que a ojos de los demás parece tonto y vive cada momento en el aquí y ahora, dejándose llevar como hoja al viento sin oposición al aire que le empuja.
El Loco también manifiesta una actitud despreocupada, desordenada. El Loco nos muestra que nada en la vida permanece, todo es mutable y que los cambios llegan a nuestra existencia tanto si los buscamos como si no.